La ptosis palpebral, también conocida comúnmente como párpado caído, es una patología que se representa en algunos pacientes, haciendo que su párpado superior luzca caído sobre el ojo, llegando a taparlo parcial e incluso totalmente.
Lo más frecuente de esta patología es que surja en pacientes de mediana edad, en torno a los 50 o los 60 años. Esto se debe a que normalmente, la principal causa de la ptsosis palpebral es la caída de los párpados debido al paso del tiempo. A medida que avanzamos en edad, nuestra piel pierde flacidez y elasticidad, lo que hace que luzca caída en algunas partes de nuestro cuerpo. Esto también puede verse reflejado en nuestros párpados superiores.
¿Qué puede causar la ptosis palpebral?
A pesar de que la causa más común de la ptosis palpebral es la propia flacidez con el paso del tiempo, existen otros motivos que pueden originar que el párpado superior se muestre caído: total o parcialmente. Estos factores pueden ser:
- Factor aponeurótico: Esta es la causa principal citada anteriormente, en la que influye el factor de la vejez y el paso del tiempo por la piel, lo que provoca la flacidez y, como consecuencia, la caída del párpado.
- Factor neurogénico: También conocida como ptosis infantil, la ptosis neurogénica es común a darse en niños. Se debe a una anomalía que se presenta en el estímulo nervioso del músculo elevador del párpado, lo que hace que luzca caído y que incluso cierre el ojo por completo.
- Factor mecánico: Este tipo de factor hace que aparezca la ptosis palpebral cuando existe un quiste o tumor en el párpado superior. Por lo tanto, a causa del bulto que aparece, la caída del párpado es un efecto colateral.
Factor miogénico: En ocasiones, debido a alteraciones musculares, el músculo elevador del párpado superior no realiza bien su función. Esto hace que no consiga mantenerse en su posición correcta y que acabe cerrando el ojo y obstaculizando su visión.
¿Cómo se corrige la ptosis palpebral?
La ptosis palpebral es una patología que puede corregirse a través de la cirugía. Es un procedimiento mínimamente invasivo con la salud del paciente, llevado a cabo a través de anestesia local y sedación.
Durante el procedimiento, se realiza una pequeña incisión en el párpado caído que se quiere tratar de corregir. A través de esta, se tensa de nuevo el músculo palpebral y se recoloca en la posición adecuada, para que pueda devolver al ojo la total visibilidad y, así, otorgarle a la mirada una nueva imagen, recuperando su brillo natural.
Una vez realizado este proceso, el paciente podrá volver a casa el mismo día. Se le recomienda que guarde el máximo reposo posible durante los primeros días, para asegurar un resultado mucho más óptimo. Los resultados definitivos serán visibles tras pasar las dos primeras semanas.
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